Me imagino que pocos se habrán puesto a pensar, porque los soldados y milicianos que combatieron en la batalla del Alto de la Alianza y el Morro de Arica, tenían el uniforme de color blanco, que no es el apropiado, para esta clase de campañas. La respuesta se encuentra en una de las traiciones de Piérola.......Corría el mes de febrero de 1880 y el pueblo limeño, al notar que el gobierno había abandonado a su suerte al ejército del sur, que luchaba contra el invasor, salió a las calles en ruidosas manifestaciones para exigir al dictador Piérola que envíe socorro a nuestros soldados. Para acallar estos ánimos, Nicolás de Piérola, con mucha bulla y teatro acopio un cargamento con muchas cajas en el Callao a vista de la población, que pensaba que en ese cargamento iba la salvación del ejército del sur o de Tacna, como también se le llamaba.
El envío se cargó en la corbeta Unión, único barco que le quedaba al Perú, pero de estructura débil, al mando del buque estaba Manuel Villavicencio, hábil y valiente marino peruano, que creyendo también que en las bodegas de su barco estaba la salvación del Perú, hizo lo imposible y llego a Arica, después de romper el bloqueo a que estaba sometido este puerto, por la escuadra enemiga, entro y empezó a descargar su carga, en medio de la algarabía y los vítores de la población peruana que estaba en la orilla. Terminada la faena y con una admirable habilidad, Villavicencio, volvió a romper el bloqueo y enrumbó hacia el Callao, donde llego sin novedad, esta acción fue comentada en todo el mundo...
Cuando los defensores de Arica abrieron las cajas, que con cuanto esfuerzo habían llegado hasta ahí, se dieron cuenta que solo había grandes cantidades de tela blanca, algunos pares de zapatos y dos ametralladoras malogradas, por ello, esta acción que en un principio elevo los corazones, después de saber la verdad, significo un duro golpe, para la moral de nuestros defensores. Ni una bala, ni un fusil, nada que sirviera para enfrentar al enemigo, había llegado en el cargamento secreto de Piérola.
No habiendo más que tela blanca, las damas tacneñas y ariqueñas, se dieron a la labor de hacer uniformes con esa tela para los milicianos y soldados. Esta es la razón porque nuestros mártires, en el momento de ofrecer sus vidas en defensa de la Patria vestían con uniformes blancos.
Por Enriko Nalvarte
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